martes, 2 de junio de 2009

Ayer me enteré de que un avión de air france

había desaparecido sin dejar rastro, mientras hacía el recorrido desde parís a río de janeiro. me lo comentó un compañero de trabajo cuando leyó la noticia. me dejó helada, cómo podía desaparecer algo tan grande así de repente? viajaban 228 personas a bordo, cada una con familia y amigos, unos por placer, otros por trabajo y otros por motivos personales. entre los pasajeros había dos españoles a los que hemos podido poner nombre, hombre y mujer, ambos casados, aunque no entre ellos, sin hijos.
a algunos les habrán ido a llevar al aeropuerto, a otros les estarían esperando en el destino al que nunca llegarán, a todos les sorprendió la vida, los caminos por dónde nos lleva.
ahora sería demasiado fácil decir aquello del carpe diem y de que hay que vivir la vida como si hoy fuera tu último día y disfrutar de cada segundo, pero eso mejor lo dejo para los manuales de autoayuda.

esta es la historia de una tragedia, de una despedida, de 228 personas, cada uno con una historia distinta, una historia digna de ser contada.

descansen en paz

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